Gorra roja con el nombre del país dónde ganó la pelea, remera colorada y unos cómodos pantalones deportivos. Así de informal volvió Carlos Rubén Darío Ruiz a Tucumán. Aunque la elegancia no era acorde al recibimiento de rey que tuvo, el atuendo fue el adecuado porque debía primar la comodidad para lo que se avecinaba. El trayecto fue, en síntesis, así: Toyama, Tokio, Frankfurt, Buenos Aires, San Miguel de Tucumán, Las Talitas y su casa. Auto, aviones y la caja de una camioneta que encabezó la caravana desde el aeropuerto fueron sus medios de traslado.
Luego de su triunfo ante el japonés Takashi Nishimura con un fulminante nocaut a los 35" del primer round, Ruiz cruzó casi medio planeta en tres días. La rapidez es lo que se destacó en las últimas horas en "Bad Boy". "'El Tano' me dijo que quería que haga un poco de show en el ring y Pedro que lo noquee antes de que suba", reveló "Bad Boy". René Bustos, integrante del equipo que lo acompaña, y Pedro Ruiz, su entrenador, solicitaron distintos trámites para el combate. Los hechos dejaron en claro qué estrategia cautivó al boxeador. "Lo crucé y lo enganché justo. Eso también fue un show porque lo noqueé lindo", describió "Bad Boy".
Según "Bad Boy" la chance mundialista por la Organización Mundial de Boxeo está asegurada.
"Sería en agosto", avisó el mes. "Mosca", confirmó el peso ¿Dónde? "En Japón", dijo Ruiz. Hizo una pausa misteriosa y tiró: "o en Tucumán". El cuento japonés tuvo final feliz y ahora se viene una nueva historia.